El término “Networking” está formado por las palabras “working” que en castellano se traduce como la acción de trabajar y “net” que en español significa red o malla, una estructura entrelazada de puntos de apoyo, que ejemplifica perfectamente como la colaboración de cada elemento da forma, fortaleza y soporte recíproco. Aplicando estos conceptos al contexto de los negocios, “Networking” significa trabajar en la red de relaciones estratégicas, lo cual se logra fortaleciendo el vínculo con cada una de ellas, ayudándo a resolver sus problemas, más rápido y más eficientemente.

Al estrechar los lazos con las relaciones estratégicas se desarrollan verdaderas amistades que dan soporte y se vuelven el principal activo de las personas, pues frecuentemente se vuelven el medio para su crecimiento, desarrollo profesional, resolución de problemas y finalmente su éxito.

Son precisamente las conexiones que se hacen a lo largo de la vida, las que llevan a otras conexiones que se convierten en claves. El valor de la red profesional de apoyo se calcula multiplicando el valor de cada red profesional de los individuos que la forman.

Actualmente, son varias las empresas que ya consideran al networking que desarrollan sus directivos y empleados dentro de sus planes de mercadotecnia, pero sólo si lo hacen de la manera correcta, teniendo la convicción sincera de aportar sin esperar un retorno -quid-pro-quo-, desarrollarán la confianza entre los miembros de la red de apoyo, así como la imagen y la opinión general sobre ellas, razón por la cual se debe crear un plan de Networking Estratégico.

El networking estratégico se refiere a la planeación y entrenamiento para la adquisición y uso adecuado del capital social y relacional en las actividades de los colaboradores de una organización para la construcción y desarrollo de sus relaciones estratégicas, volviéndolas un importante activo.

En muchas ocasiones, equivocadamente se utilizan de manera indistinta los términos matchmaking, lead generation y networking. Lead generation se refiere a la identificación de prospectos a partir de sus patrones de comportamiento para canalizarlos a los proveedores correspondientes, mientras que el matchmaking se refiere a la vinculación directa de potenciales clientes que muestran interés específico por algún producto de los vendedores. En ambos casos, estos contactos a través del networking podrán convertirse en relaciones estratégicas.

La clave para tener éxito en el Networking, como para todo en la vida, es hacerlo antes de que se necesite, de manera natural, desinteresada y con fines de proporcionar ayuda, y justamente cuando así es percibido, hay mayor inclinación a regresar el favor.

Sin embargo, con objeto de ser productivo respecto a los esfuerzos y tiempo dedicado, es necesario buscar pertenecer a los ecosistemas relacionados fuertemente con nuestros clientes, intereses, industria y empresa. Esto no se contrapone con participar en otros ecosistemas, puesto que la variedad proporciona diversidad, creatividad, oportunidades, estatus, poder e información, entre otros beneficios.